Diversas organizaciones y sectores sociales en  Huila, Caquetá y Putumayo,  se articularon para darle un respaldo a los diálogos en  la Habana con las Farc  y así  construir una paz  que posibilite vivir en dignidad.



La Red Ciudadana por la Paz con Democracia y Justicia Social, es una forma de organización plural y diversa para consolidar los acuerdos de paz.  Esta Red surge en un momento clave e  histórico en el que se está por concluir los acuerdos en la Habana. Por lo que no basta con silenciar las armas y  se hace necesario un espacio para adelantar una agenda de paz  que permita profundizar la democracia y abonar el camino hacia una justicia social.

Según su integrante de la Red, el abogado Christian Camilo Rincón,  es una iniciativa  que surge de la necesidad  de articular diversas expresiones sociales. Éste tiene como antecedente  un escenario de movilización y resistencia en la región Surcolombiana por conflictos socioambientales similares,  “es un escenario amplio de articulación y lo que queremos es que en un momento de posconflicto, la paz no se quede  en la entrega de las armas, sino que sea  una  paz positiva para posibilitar transformación social”.

La región Surcolombiana  ha vivido con rigor el conflicto armado, por eso los ciudadanos exigen una paz estable y duradera.  El profesor, Gustavo Briñez   manifestó que la Red está fundamentada en propiciar una paz para el pueblo que genere autonomía y vida en dignidad, “eso nos debe llevar a superar las diversas violencias y posibilitar otro modelo de país”.

En la declaración de la Red, se puntualizó que uno de los principios  parte de la desigualdad del país y la afectación de multinacionales con la  locomotora  minero-energética  que atenta contra  los proyectos de vida en las poblaciones. Para el representante de Mesa de Organizaciones Sociales de Putumayo, Armando Guerrero,  una de las causas históricas de la guerra es la desigualdad  y la pobreza latente en Putumayo, “nos hemos organizado  y movilizado para enfrentar el extractivismo del caucho y el petróleo”.


Del mismo modo, el represente de la Coordinadora de Organizaciones Sociales, Ambientales y Campesinas del Caquetá COORDOSAC, Yesid Doncel agregó que la lucha por la paz empezó desde que llegaron los españoles con esclavitud y saqueo  que hoy se agudiza en los territorios. “Hay una arremetida de las multinacionales, tienen  los ojos puestos en el petróleo de Caquetá.  Por eso  hay que dar la lucha para que termine el conflicto, pero una lucha también por la defensa del territorio”, afirmó el líder campesino.

Es el momento de actuar

Para el integrante de La Fundación Paz y Reconciliación, Ariel Ávila  es necesario pasar de la teoría a generar propuesta y acción,  “en el proceso de paz se está negociando unos mínimos de ahí tenemos que construir  nación con movilización social y propuestas”.

Si realmente se quiere superar la cultura del miedo y las mafias como se plantea en los principios de la Red para propiciar un país autónomo y con una sana convivencia social. Ávila en enfático en señalar que se hace necesario discutir  un modelo de seguridad rural e integral que garantice  el control en los territorios donde no hay zona de concentración.

“La idea es que este proceso de paz deje un cambio en la mentalidad  y así ser un motor de cambio social”, afirmó  Ariel Ávila. En este sentido La Red  le apuesta construir  como forma de resistencia un movimiento social que trabaje por transformaciones fundamentales en el país.